18/9/07

Tocando

Mi mano quiere posarse en el verbo
para palpar la voz que lo hace carne
en una frase sin sujeto ni tiempo
en la frase del mundo.
Pero mi mano es la mano
de un búho ciego
que se quedó dormido entre mis ojos
antes de que el cielo terminase
de parpadear.
Por eso mi tacto siempre
es una forma errática de decir
que no sé tocar que desconozco
cuál es la sustancia que llora entre mis dedos
y que me mancha de labios
la palabra.



Pedro Arguedas

3 comentarios:

Anónimo dijo...

husmeo cierto acto de contricción en su poema Sr Arguedas. Yo, sin embargo, creo que usted toca de verdad y aún araña y desgarra cual pantera.
Lejos de lo que usted( intuyo) piensa,
es un valiente quebrantahuesos, no una polilla.

Anónimo dijo...

"mi mano quiere posarse en el verbo para palpar la voz que lo hace carne
en una frase sin sujeto ni tiempo
en la frase del mundo"
versos de transfondo existencialista barnizados con un estilo corporeo y suprarreal.
muy bueno

Pedro Arguedas Ibáñez dijo...

Cristian, usted sabe en el fondo que yo soy una polilla sin alas.