11/9/07

Leyendo a Beckett

Pedro Arguedas a preparado un escrito nembulista genial, dedicado a Samuel Beckett (Dublín, 1906-París, 1989) el novelista y dramaturgo irlandés.
Destacan sus obras: Molloy (1951), Malone muere (1952) y
El Innombrable(1953), así como la famosa Esperando a Godot (1952) que es la cumbre del teatro del absurdo. Pero a Pedro los datos le importan un pimiento. Él con sus palabras da prioridad a las sensaciones que produce leer a Beckett, este Dios del siglo XX. Y es que siempre las sensaciones, son lo mas importante.



Leyendo a Beckett
por Pedro Arguedas



Quédate colgado de la palabra. Tú, seas quien seas. Quédate en el asidero fláccido y gotoso de la palabra mientras el volcán no aparta la vista de tus pies.

Abre el libro de Beckett, ábrelo en la página cero y colúmpiate un rato, palpando la carne de las letras, gimiendo como si hicieses el amor metiendo el pene de tu alma entre las hojas. Eso es leer. Leer mientras tus ojos escupen y tus intestinos se aflojan. Eso es leer a Sir Samuel. ¿No querías la nada?, ¿ no querías ser en la nada?, ¿ no querías acudir a tu propio entierro?.

Arrástrate, tú también estás comenzando, arrastrarse es encarnar la dialéctica, arrastrarse en espiral, cuesta arriba, boca abajo, sin dejar de palparte y admirado por el asco que te produces, por el asco que te lava y te permite ensuciarte de nuevo. Y tu voz empujando tu cuerpo sobre el barro, dejando un surco larguísimo. Te parece mentira que ese surco sea la huella de tu ser. Y eso que acabas de empezar.

Mientras te arrastras, en tu cuerpo se abren úlceras que te hacen el coro; de ellas manan los personajes de la historia, aquellos nacidos para recibir tu salivazo entre los ojos, tus patadas, tus puñetazos, todos los golpes de los que eres capaz. Ya sabías que arrastrarse era esto, interpretar todos los papeles en un mismo sueño, inventar la calma de la violencia del ser mientras el surco avanza.

Come barro, come barro, leer a Beckett es sobre todo comer barro; ahora que se me ocurre, podría haberme ahorrado tantas palabras, come barro, come barro, como el barro, comenzar, tu cuerpo relleno de barro se ha cumplido y cagar es imposible.

Como el ser. Eres barro. Ya no temes al volcán.


4 comentarios:

NEMBULISTAS dijo...

Pedro, eres un Dios.

Anónimo dijo...

Cuando leí Murphy me tronche de risa, pero también experimenté el abismo de un lobo estepario encerrado en un sanatorio.
Como tu dices leer Beckett es comer barro, de la mejor calidad.
Estupendo, Pedro.

Anónimo dijo...

pffu No sé que es peor si el plasta de Beckett o el artículo.
Este blog es muy malo.

Anónimo dijo...

Las imbricaciones paradentrópicas en la infinia yuxtaposición gramatical de la estructura, hacen de este artículo, un portento filinbual crisolado analogícamente de ciertas elucubraciones mayestúlicas.